Muchas veces, cuando pensamos en la definición de salud, automáticamente nos enfocamos en nuestra salud física y definimos este término basándonos en la ausencia de una enfermedad. Sin embargo, este amplio concepto refiere un estado de bienestar integral, que incluye aspectos físicos, mentales y sociales (OMS). Por ende, en la búsqueda constante de una vida plena, el bienestar integral es primordial para abordar la salud.
La idea central detrás de este concepto es la conexión entre la mente y el cuerpo, pues no podemos hablar de salud sin integrar ambos aspectos. Nuestro cuerpo expresa todo aquello que ocurre en nuestra mente y viceversa. Nuestras afecciones físicas, dolencias y enfermedades corporales, muchas veces tienen una correspondencia interna asociada a nuestros pensamientos, emociones y vivencias (Beltran, 2008). En este artículo, explicaremos la importancia de cuidar tu salud mental para lograr un equilibrio óptimo en tu bienestar.
Para hablar de salud, debemos hablar de bienestar. Hoy en día, una buena salud va de la mano con la calidad de vida de una persona, sus niveles de satisfacción, la percepción de bienestar subjetivo y felicidad, por lo tanto abordamos una visión global (Bolaños y Cruz,2017). El término "wellness" se refiere a la búsqueda activa y consciente de un estado de salud óptimo en todos los aspectos de la vida. Esto implica no solo cuidar el cuerpo físico, sino también atender las necesidades emocionales, mentales y espirituales.
Bajo esta mirada, la salud mental desempeña un rol fundamental. La mente y el cuerpo están conectados, por lo tanto, el bienestar de uno afecta directamente al otro. Un enfoque integral del "wellness" reconoce la importancia de abordar los aspectos mentales ye mocionales de la salud en conjunto con los cuidados físicos necesarios.
El cuerpo responde a las necesidades de nuestra mente y viceversa. Muchas de las enfermedades mentales más frecuentes en la actualidad, tales cómo el estrés, la ansiedad y la depresión pueden tener un impacto significativo en el cuerpo, contribuyendo al desarrollo de enfermedades crónicas como enfermedades cardíacas, diabetes y trastornos auto inmunes. Por otro lado, una buena salud mental puede fortalecer el sistema inmunológico, mejorar la calidad del sueño, la gestión de emociones y el bienestar general.
Procurar los cuidados necesarios, tanto de la mente como del cuerpo, no solo previene enfermedades, sino que también mejora la calidad de vida. Un estado mental positivo puede aumentar la resiliencia frente a los desafíos diarios, mejorar las relaciones interpersonales y aumentar la satisfacción general con la vida.
La clave para el bienestar integral se basa en incorporar prácticas de auto cuidado que promuevan tanto la salud física como mental. En esa línea, la auto conciencia y el auto cuidado son fundamentales. Conocer tus propias emociones, establecer límites saludables y practicar el auto cuidado regularmente contribuyen a mantener una mente equilibrada. Te compartimos algunas pautas que puedes incorporar a tu día a día para procurar el cuidado integral de tu cuerpo, mente y emociones:
● Cuida tus hábitos alimenticios. Mantén una dieta balanceada para asegurar una nutrición adecuada.
● Procura establecer rutinas regulares de ejercicio físico, busca espacios de movimiento individual o grupal.
● Prioriza un sueño reparador asegurando entre 6 y 9 horas de descanso. Una higiene adecuada del sueño contribuirá a tu bienestar.
● Cultiva relaciones sociales significativas, fomenta vínculos que sean un sostén y apoyo en tu día a día.
● Incorpora estratégias de regulación para la gestión del estrés. Incorpora a tu rutina espacios de meditación o respiración profunda, para mantener un equilibrio emocional frente a situaciones desafiantes.
● Limita el consumo de sustancias como el alcohol y el tabaco, para proteger la saludf ísica y mental a largo plazo.
● Dedica tiempo a actividades que disfrutes, intenta un nuevo hobbie o aprende algo nuevo.
● Establece límites saludables en el uso de dispositivos electrónicos y redes sociales.
● Regalate momentos de descanso, relajación y desconexión.
● Realiza chequeos médicos periódicos y consultas con profesionales de la salud para detectar y abordar cualquier problema físico o mental de manera temprana.
Para cuidar de tu salud física y mental, la terapia psicológica resulta una herramienta valiosa y fundamental. Iniciar un proceso terapéutico es regalarte un espacio para cuidar de ti, apostar por tu bienestar, conocerte, aprender, sanar y crecer. A través del diálogo con un profesional, podrás explorar tus pensamientos, emociones y comportamientos, identificando patrones negativos y desarrollando estrategias para abordarlos.
La terapia psicológica proporciona un espacio seguro para expresar preocupaciones, comprender el origen de los problemas y aprender habilidades de afrontamiento. Este proceso no solo alivia el malestar emocional, sino que también fortalece la resiliencia y promueve un cambio positivo en la vida cotidiana.
El bienestar integral es un proceso que involucra cuidar tanto de la mente como del cuerpo.La importancia de la salud mental en este equilibrio es fundamental. Enfocarse en el cuidado integral del cuerpo y mente, no solo previene enfermedades y trastornos, sino que también promueve una vida plena y satisfactoria. Al cuidar de tu mente y cuerpo, estás invirtiendo en tu salud a largo plazo y en la calidad de tu vida.
Cuando se logra un equilibrio adecuado entre la salud mental y física, los beneficios son significativos. Podrás observar efectos en tu salud física como el aumento de energía, reducción de dolencias físicas y enfermedades crónicas y se promueve la sensación general de bienestar. Asimismo, podemos notar mejoras en las funciones cognitivas, en el desarrollo de estrategias para regular las emociones y el fortalecimiento de capacidades para afrontar desafíos.
Cuidar tanto de la salud física como de la salud mental es esencial para mantener un bienestar integral a lo largo de la vida. La conexión entre cuerpo y mente destaca la importancia de abordar ambos aspectos de manera equilibrada. La salud física contribuye no solo a la vitalidad y la resistencia física, sino también a la prevención de diversas enfermedades. Por otro lado, la salud mental es fundamental para el funcionamiento emocional, cognitivo y social, afectando directamente la calidad de vida.
Ambos aspectos se complementan mutuamente, ya que una buena salud mental puede influir positivamente en la salud física y viceversa. La adopción de hábitos saludables, como la actividad física regular, una dieta equilibrada y prácticas de gestión del estrés, contribuye no solo a obtener una vida saludable, sino también a una vida plena y satisfactoria.Reconociendo la importancia de este enfoque integral, se destaca la necesidad de promover la conciencia y la educación sobre la salud, fomentando así comunidades más saludables y resilientes.
-Beltrán, M. (2008). La dimensión psicocorporal en la persona. Vivenciando psique y soma através de nuestra postura y el movimiento. Revista IPP, 1.
-Bolaños, R. y Cruz, E. (2017). La psicología positiva: Un nuevo enfoque para el estudio dela felicidad. Razón y palabra, 21(96), 660-679.
-Organización Mundial de la Salud. (2024). Recuperado dehttps://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/mental-health-strengthening-our-response/?gad_source=1&gclid=CjwKCAiAxaCvBhBaEiwAvsLmWJ3PD77hSIMJdHzETE6n4RCEG4gdzL1qwJBE5qjpj6f_nCyWp96TWhoCR-wQAvD_BwE
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